En plena estética victoriana se adelantó un siglo con diseños revolucionarios.
Christopher Dresser (1834- 1904) fue un diseñador industrial que a finales del XIX revolucionó la forma de crear telas, cerámica y objetos de metal.
Desde muy temprana edad mostró talento para el diseño, por lo que fue inscrito a los 13 años a la School of Designen la Somerset de Londres, donde conoció al que sería su mentor, el arquitecto Owen Jones.
En 1854, hizo parte del primer grupo de personas en graduarse de diseño industrial en Londres. Con amplio conocimiento sobre botánica, sus creaciones marcaron la diferencia entre el diseño de la época que seguía la moda.
En 1870 se dedicó a trabajar como asesor de empresas británicas, dedicadas a la fabricación masiva de papeles y la galvanización del metal. Pronto grandes marcas se fijaron en su talento. Influido por el diseño oriental que admiraba, platos para servir, candelabros, vinagreras, jarras y juegos de té hacen parte de sus creaciones.
En un viaje de trabajo en Francia murió de un ataque al corazón, pero su legado sigue inspirando a muchos diseñadores.