Sin ánimo de ser supersticiosos y mas bien empleando el sentido común hay rutinas que pueden liberar tu hogar de un mal ambiente.
Conseguir una casa que realmente te haga sentir en paz y armonía es muy sencillo siempre y cuando se esté en la disposición de renunciar a aquello que nos estorba sin remordimientos.
En este sentido podemos tomar la filosofía del minimalismo zen que propone la búsqueda del verdadero bienestar. Si has leído nuestro blog conoces muy bien el significado del "Menos es Más".
Una vez te deshaces de todo aquello que no aporta nada que te haga realmente feliz en tu hogar, es hora de priorizar en aquello que te aporte comodidad. Lo barato sale caro. Es mejor comprar algo de muy buena calidad que sabemos que va a durar un buen tiempo y solo necesita un buen mantenimiento, que rellenar la casa de muebles u objetos con poca vida útil que al final haya que reemplazar con mucha frecuencia. Al final la comodidad no tiene precio.
Reparando las heridas abiertas del hogar
Goteras, electrodomésticos dañados, conexiones eléctricas en mal estado, objetos rotos, además de ser un peligro son sinónimo de ruina.
La seguridad en tu hogar es un tema crucial. Es recomendable tener un buen contratista que haga un chequeo regular de baños y cocina para evitar posibles fugas de agua o gas. Si el servicio eléctrico es inestable es bueno adquirir estabilizadores que protejan tus electrodomésticos.
Proteger las ventanas con perfiles que aíslen el sonido y el agua. Analizar muy bien cual es tu estilo de vida para equipar el hogar con algo acorde. Por ejemplo si eres una persona que odia hacer limpieza, es recomendable conseguir muebles que no necesiten de mucho mantenimiento como el cuero.
La limpieza hace que todo fluya
De nada sirve tener el mejor diseño en la casa si todo está sucio, en temporadas de calor nos volvemos adictos al aire acondicionado pero recuerda abrir las ventanas un buen rato en la mañana para purificar el ambiente.
Si lo tuyo son las alfombras es recomendable adquirir una aspiradora para evitar que se acumule el polvo. Existen excelentes limpiadores para casi todo en el mercado. Pero también los limpiadores del pasado como el bicarbonato de sodio, el vinagre blanco y el limón, pueden ser excelentes aliados, tanto para el bolsillo como para tu salud.
Anteponer la comodidad y la belleza
Y recuerda siempre antes de comprar preguntarte: ¿Esto se adapta a mi estilo de vida, sirve para algo y me gusta?